La región de Chugoku es poco frecuentada por los viajeros, llegando a ser un encantador destino lleno de paz que en las mejores atracciones turísticas no encontrarás.
Dividido en dos sub-regiones por una cadena montañosa que pasa por el área, al norte de las montañas y por todo el mar de Japón se encuentra Sanin mientras que Sanyo descansa al sur de dichas montañas y de cara al Mar de interior de Seto.
Sanin es bien conocido por sus dunas, su museo de arena, por el Castillo Matsue y por el santuario Izumo Taisha, uno de los complejos religiosos más antiguos de Japón. Al sur, Sanyo presume de atracciones como la cueva Akiyoshido de piedra caliza, el arco de madera del Puente Kintai, el templo Rurikoji, Mijayima con su icónico arco Torii, Korakuen (que es uno de los tres mayores jardines de Japón), y el Castillo Okayama. Para aquellos que deseen tomar la ruta menos andada de Japón, Chugoku es una gran opción.