La imágen de una playa paradisiaca, Okinawa es reconocida por sus aguas cristalinas y sus playas de arenas blancas perfectas para asolearse, practicar snorkeling y bucear entre coloridos corales y bancos de peces.
Además de pasarla bien en las costas de la Playa Maehama y Playa Yoshino (en la isla Miyako y también en las Islas Kerama) hay muchas otras actividades aquí. Sumérgete en la cultura y cocina de Okinawa, que es singularmente diferente del resto de Japón debido a la cultura e historia Ryukyuan nativa de la región como un estado tributario de China por siglos. Visita el Castillo Shuri, la cede administrativa y residencia de los reyes Ryukyuan con su estilo arquitectónico único y sus colores bermellón que son más chinos que japoneses. La prefectura más meridional se extiende hasta la comida, así que déjate llevar en platillos como el soba de Okinawa, goya chanpuru y carne de Ishigaki para realmente disfrutar de una experiencia completa de Okinawa.