La más pequeña y menos poblada de las cuatro principales islas de Japón, Shikoku, es reconocida por su camino para peregrinaciones de los 88 templos budistas, por el Castillo Matsuyama, un castillo fortaleza que es uno de los pocos castillos originales que sobreviven de Japón, los Onsen Dogo y su naturaleza prístina.
Déjate cautivar por las ofrendas naturales de la isla como el Acantilado Oboke donde puedes navegar por el río Yoshino, delimitado por paredes rocosas a los lados, la formación Shikoku con piedra caliza erosionada que puntea la colina y la meseta, o la playa Katsurahama de cara al pacífico con la estatua y las cautivantes historias de Sakamoto Ryoma.
Los aventureros pueden considerar dirigirse al Oku-Iya Niju Kazurabashi por sus insólitos puentes colgantes y un divertido puente del que puedes jalarte en un carrito de madera. Acampa allí con la familia y amigos para unas vacaciones verdaderamente memorables.
