Este castillo, con museo en el interior, es una reconstrucción del edificio original del siglo XVI, un Don-jon de 5 pisos. El edificio original fue destruido en la explosión de la bomba atómica de Hiroshima, pero esta reconstrucción ofrece una visión interesante de su gloria.
Vale la pena verlo si estás interesado en el pasado cultural de Hiroshima y tienes una o dos horas mientras visita la ciudad.
Aunque existe información limitada en inglés de las exhibiciones, hay una guía básica disponible para los que visiten el museo.
El acceso a los terrenos del Castillo es gratuito, y existe una tarifa simbólica para entrar a ver las exhibiciones donde puedes ver armaduras militares, e incluso usar una y tomarte fotos. También puedes disfrutar de una hermosa vista desde la cima del castillo.
Con un buen clima, los alrededores del castillo son un buen lugar para pasear (o correr) ya que existe un camino de 1.5 km alrededor del mismo. Si viajas con niños, hay un parque con juegos en uno de los lados del castillo y es un buen lugar para sentarse y relajarse. Los niños también pueden disfrutar la vista de peces y tortugas que viven en la fosa. Y si lo que buscas son espacios más abiertos, cerca se encuentra el parque central Chuo.
Durante el atardecer, después de una nevada, o cuando los cerezos florecen, la vista del castillo es especialmente hermosa.
El santuario Gokogu Jinja que se encuentra al lado del castillo es también un lugar interesante para visitar y tomar fotos; en Año Nuevo especialmente puedes encontrar muchas personas rezando por un buen año y comprando amuletos de la buena suerte.
Muchos festivales y ritos se llevan a cabo en este lugar durante el año.
En la segunda semana de enero, se lleva a cabo el Festival de la hoguera Tondo Matsuri donde se queman los amuletos del año pasado. Frecuentemente podrás ver niños festejando el Shichi-go-san, para celebrar que cumplen siete, cinco o tres años. También puedes ver a nuevos padres con sus bebés vestidos en kimonos para hacer una visita ritual. También, el castillo es un lugar popular para tomarse fotografías cuando los jóvenes celebran sus veinte años en el día Seijin-no-hi.
En octubre, se lleva acabo el festival anual de comida internacional de Hiroshima que se celebra en el foso y en año nuevo, el santuario junto al castillo se ajetrea con gente que compra amuletos de buena suerte y reza por otro buen año. Es una atmósfera festiva con mucha comida y puestos de juegos que delinean el camino hacia los jardines del castillo.